El sistema de riego de Soluciones Wiga, es inalámbrico. Una señal es captada por una antena que activa las válvulas para permitir el paso de agua. No hay que cavar zanjas ni tender cables; resulta más económico, rápido de montar y de fácil mantenimiento (en la mayoría de casos, es el cambio de un fusible o de un transformador).
Los cables suelen empezar a fallar a los tres o cuatro años, y detectar cuáles son y en qué punto se encuentran, no es sencillo.
“La instalación cableada tiene muchos riesgos de interrumpir la operación y es común que los cables se dañen con el paso de un tractor o cuando es necesario abrir zanjas en los cultivos”, explica Fabio Vargas, del área MIRFE (Manejo Integral de Riegos y Fertilizantes) de GR Chía